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El último emperador (1987)

Pu Yi, un niño de ocho años, es elegido para el trono en 1908 después de la muerte de su padre. Se convierte en el último emperador de la dinastía Qing y comienza su vida en la Ciudad Prohibida, rodeado de lujos y rituales, pero privado de libertad y de verdaderos amigos. Dentro de su lujosa paz, Pu Yi se siente solo y aislado, sin poder disfrutar de su infancia ni compartir sus alegrías y penas con el mundo exterior.

Con el paso del tiempo, Pu Yi es testigo de cambios en China, comenzando con la revolución de 1911 y el fin del imperio. Pierde su posición y poder, convirtiéndose pronto en un simple ciudadano en la nueva China republicana. La película abarca este período de cambio en el que PU Yi intenta encontrar su lugar en el nuevo mundo liberándose de los grilletes del pasado y buscando su lugar en la sociedad actual.

Sin embargo, incluso después de perder el trono y el lujo, Pu Yi sigue siendo una figura de atención y admiración. En los años siguientes se enfrenta a desafíos aún mayores, incluyendo un período de persecución durante la «Revolución Cultural», pero termina encontrando su verdadera esencia y sabiduría en la sencillez y la modestia.

Personajes:

1. Pu Yi: Protagonista de la película, el último emperador de China cuya vida abarca desde su infancia en la Ciudad Prohibida hasta su madurez en la nueva China republicana.

2. Precioso: La segunda esposa de Pu Yi, que con él atraviesa todas las dificultades y variables del tiempo.

3. Dirigida por Bernard Bertolucci: El talentoso cineasta que creó esta inolvidable película.

Temas:

• Dinastía y decadencia: La película explora el tema de la dinastía Qing y la decadencia del imperio, mostrando cómo el gran poder puede ser temporal y frágil.

• Transformación personal: También aborda el tema de la transformación personal y la búsqueda del verdadero sentido de la vida fuera del poder y el lujo.

• Patrimonio cultural: La película toca profundamente el patrimonio cultural de China y su impacto en la vida y el destino de Pu Yi.

Director:

El director crea una atmósfera irrepetible de China que cobra vida en la pantalla gracias a su habilidad y atención al detalle.

Conclusión:

«El último emperador» (1987) es una magnífica obra cinematográfica que no solo cuenta la apasionante historia del último emperador de China, sino que ofrece al espectador profundas reflexiones sobre el sentido del poder, el patrimonio cultural y la transformación personal. La película sigue siendo uno de los mayores logros del cine y una experiencia cinematográfica inolvidable para todos los que se sumergen con valentía en su mundo.